Los allanamientos a empresas y sectores poblacionales
por parte de las Fuerzas Armadas, habían comenzado ya desde 1972 en el resto
del país.
En Magallanes sin embargo, estos
no se habían producido dado el tamaño reducido de la población y de la ausencia
de denuncias en materia de existencia de armas o explosivos.
Se
desconoce quién o cómo surgió la idea de efectuar el allanamiento de la empresa
Lanera Austral.
En la mañana del sábado 4 de agosto de 1973
(07.15 horas), un numeroso grupo de uniformados de la Fuerza Aérea armados
y vestidos con equipamiento de guerra, cumpliendo instrucciones del Comandante
en Jefe de la V División
de Ejército y Jefe de Plaza, Gral. Manuel Torres de la Cruz, procedieron a ingresar
y allanar las instalaciones de la empresa Lanera Austral, ubicada en el barrio
Industrial de la ciudad de Punta Arenas.
Al interior del recinto
industrial, los uniformados procedieron a allanar individualmente a los
trabajadores, las oficinas y las maquinarias en busca de armas o explosivos,
causando de paso diversos destrozos.
Habiéndose negado a aceptar la
orden o intimación de detención al interior de una de las secciones de la empresa,
los uniformados dispararon contra el obrero Manuel González Bustamante
dejándolo gravemente herido e hirieron además, con sus bayonetas al trabajador
Guillermo Calixto.
Ambos trabajadores fueron
trasladados al Hospital Naval, donde pocas horas después falleció el obrero
Manuel González, en medio de las críticas de sus familiares directos a quienes
se les prohibió acceder al cuerpo del occiso por parte de las autoridades
castrenses del recinto hospitalario. ([1])
Numerosas declaraciones de
organizaciones sindicales, sociales y políticas fueron emitidas en los
siguientes días, ante la conmoción causada por este allanamiento.
El Sindicato Unico de Trabajadores de Lanera Austral, emitió una fuerte declaración relatando los hechos y denunciando a los responsables políticos y militares de la muerte de este trabajador: "Que el sábado 4 de agosto siendo las 7.15 horas ingresaron a nuestra industria un grupo de aviadores portando fusiles-ametralladoras. Su fin consistía en efectuar un allanamiento en busca de posible armas que existieran en Lanera Austral; sin embargo, no encontrándose el polvorín que deseaban ubicar, su paso por nuestra industria fue a la usanza de las hordas de Atila o al sistema fascista con que se rigen ciertos representantes de las Fuerzas Armadas... He allí el fascismo. He allí las balas en las paredes de nuestra industria, quedarán grabadas para siempre como testimonio histórico para las futuras generaciones. He allí la sangre derramada de nuestro compañero Manuel González que tiene un nombre: sangre de la clase obrera. He allí el imperialismo yanqui, Patria y Libertad, Partido Nacional y el sector derechista de la DC. Pero aquí hay un ejecutor directo y responsable de este crimen. Usted señor General Manuel Torres de la Cruz, usted ha manchado sus manos con la sangre nuestra. Usted es el autor intelectual. Usted que se escuda tras el uniforme que diera gloria a nuestros padres de la Patria. Usted y nadie más que usted; nosotros los trabajadores de Lanera Austral le decimos, váyase y no actúe cobardemente asesinando trabajadores... Sr. General estamos dispuestos a enfrentar la represión que desatará en nuestra contra, no le tememos, lo soportaremos en memoria de nuestro compañero caído y con la férrea unidad y combatividad de nuestra clase y el Pueblo. No tenemos armas como lo pudieron constatar. Nuestras armas no son más que la confianza en la clase obrera, en su conciencia, en su unidad y capacidad de organización. Por nuestro compañero Manuel González a luchar hasta vencer. Venceremos. Antonio Mella, Héctor Vera, José Alvarez, Marcos Vidal." ([2])
El
mismo 4 de agosto la
CUT Provincial efectuó un Ampliado Sindical en el que se
pusieron en tabla diversos temas relacionados con la política de distribución
de productos de primera necesidad, para la Provincia.
A
su vez, y como respuesta al allanamiento de Lanera Austral, la CUT Provincial
publicó una declaración en la que exigió una investigación exhaustiva de los
hechos ocurridos y sanciones a los culpables, y encabezó un paro de 24 horas en
toda la provincia el día 7 de agosto.
El
Presidente del Partido Federado de la Unidad Popular y Senador, Adonis Sepúlveda,
encabezó junto a los dirigentes sindicales de la CUT Provincial, la
multitudinaria marcha y sepelio con que fueron trasladados los restos del
obrero Manuel González, desde la sede de la Central Unica en
Avenida Colón hasta el cementerio de Punta Arenas.
Este
grave acontecimiento vino a recrudecer el clima de odiosidad y el ambiente
generalizado de conflicto que se vivía en Magallanes, y más puede ser percibido
como una acción deliberada de provocación a los trabajadores, que una medida de
control de armas, en circunstancias que dentro del recinto de la industria,
obviamente, no habían ni fueron encontradas armas de ningún tipo.
Ninguno
de los culpables en estos hechos, dio cuentas ante la Justicia.
El 7 de agosto, que fue decretado
como una jornada de protesta, mediante un paro de 24 horas por la CUT Provincial,
aparecieron en la prensa local numerosas declaraciones de organismos sindicales
y gremiales, repudiando el allanamiento descrito.
Entre ellas, de la Federación de Trabajadores de la Salud, FENATS, que manifestaba: “...las asambleas realizadas en el día de hoy, en los distintos establecimientos acordaron realizar hoy martes 7, un paro de protesta como consecuencia del operativo militar, que provocara la muerte del compañero trabajador Manuel González B., y a los destrozos producidos en la empresa Lanera Austral y otras... asistir a los funerales y hacer llegar las condolencias a la esposa, familiares y compañeros trabajadores de Lanera Austral. Punta Arenas, 7 de agosto de 1973. P. Consejo Directivo Zonal. José Rubén Moil, Presidente, Manuel Velásquez Díaz, Secretario.” ([3])
El sangriento allanamiento de
Lanera Austral, produjo como efecto inmediato, que los trabajadores organizados
del sector del Barrio Industrial de la ciudad, adoptaran improvisadas medidas
de resguardo y autodefensa de sus empresas.
En efecto, los sindicatos relacionados con la actividad del Barrio
Industrial de Punta Arenas se reunieron hacia el 10 de agosto, y acordaron la
constitución de un "Cordón Industrial", una nueva entidad de carácter
supra-partidario y supra-sindical en forma de red de coordinación de todos los sindicatos, organizaciones vecinales y
territoriales de la zona norte de la ciudad. Como se aprecia en la declaración
siguiente, la Central
Unica hubo de plegarse a los nuevos procesos organizativos
que se estaban produciendo en el seno de los trabajadores, como es el caso de
los Cordones Industriales.
Esta declaración corresponde al 7
de agosto, al término del Ampliado Sindical de la CUT efectuado en Punta Arenas
y apareció publicada en la prensa local al día siguiente.
CENTRAL UNICA DE TRABAJADORESConsejo Directivo ProvincialMagallanesOrden del díade la Central Unica de TrabajadoresConsejo Provincial Magallanes"El Consejo Directivo Provincial de la CUT emitió la siguiente orden del día:1. Acatar la orden del Consejo Directivo Nacional de la CUT, paralizando las actividades al mediodía de hoy;2. La paralización no significa abandono de los lugares de trabajo, estableciéndose en las propias faenas reuniones sindicales;3. La CUT Provincial llama a tratar en dichas reuniones lo siguiente:a) Pronunciarse frente al golpe y la guerra civil;b) Adoptar acuerdos frente a los paros patronales sediciosos que quieren paralizar el país, para derrocar al Gobierno Popular encabezado por el Presidente compañero Salvador Allende;c) Mantener la solidaridad con los acuerdos tomados por el Ampliado Sindical realizado el sábado último, en orden a exigir la derogación de la Ley de Control de Armas y Explosivos, y la dimisión de los responsables en los hechos de dominio público.4. Llamamos a las organizaciones sindicales y comunitarias a incorporarse en los organismos de poder de la clase que surge, y5. Damos a conocer a los trabajadores y al pueblo de Magallanes los organismos de poder popular que se han formado:- Cordón Industrial Norte, que abarca desde Tres Puentes hasta el aeropuerto Presidente Ibañez;- Comando Sectorial Barrio Prat, que comprende Avenida Colón hasta fuera de la ciudad.Se llama a los trabajadores del puerto y del sector centro de la ciudad a una asamblea en el local de los portuarios, para que constituyan su Comando Sectorial.Se ordena que en los servicios de utilidad pública, se mantengan turnos de emergencia.Punta Arenas, 8 de agosto de 1973.Consejo Directivo ProvincialCUT Provincial."([4])
El
"Cordón Industrial Norte" quedó integrado, entre otras
organizaciones, por el Sindicato Unico de la Empresa Lanera
Austral, la Asociación
de Trabajadores de Vialidad, el Sindicato del Picladero Magallanes y el Frente
Femenino de Lanera Austral. No puede
negarse sin embargo, que estas organizaciones no eran más que entidades de
fachada, por cuanto no existía ninguna forma de coordinación real y efectiva
entre los gremios y sindicatos, cuando menos alguna interconexión de
comunicación entre los dirigentes sindicales.
El
allanamiento a Lanera Austral había producido una efectiva agudización del
conflicto político y social. En reunión
ampliada del Consejo de la CUT,
se acordó ese mismo día lunes convocar a una jornada donde todos los sindicatos
y gremios afiliados se reunirían en asambleas, para debatir las causas y
consecuencias de la actual escalada de violencia que vivía el país y la región.
El
9 de agosto, el periódico “El Magallanes”, editorializaba de la jornada
colectiva organizada por la CUT
para repudiar las acciones del allanamiento: “La experiencia vivida será analizada públicamente en el parlamento
popular a realizarse hoy en esta ciudad, como máxima expresión del movimiento
nacional dispuesto por la
Central Unica de Trabajadores como repudio al fascismo y a la
guerra civil.”
Al
día siguiente de esta jornada, “La Prensa Austral” titulaba: “En Punta Arenas ayer no se trabajó...ayer Punta Arenas fue una ciudad
inactiva. Los trabajadores paralizaron
sus actividades, tanto oficialistas como los de oposición, aunque con distintas
finalidades.” ([5]) El allanamiento de Lanera Austral, como se
puede apreciar, se constituyó en un verdadero punto de inflexión en el conflicto social y político y en la
postura de la Central
Unica de Trabajadores respecto de los "cordones
industriales". Como se ha
visto, hasta ese momento la CUT Provincial
solamente había propiciado la formación de Comandos Sectoriales ([6]),
pero ahora, el escenario organizacional de los trabajadores y su nivel de
conciencia y predisposición estaban cambiando rápidamente, y estimulaba la
formación de nuevos Comandos Sectoriales, y apoyaba la adhesión de los
sindicatos y otras entidades populares, a los llamados nuevos "organismos
de poder popular".
Pero este acontecimiento ocasionó
otro cambio profundo en el conflicto social y político a nivel local, como en
el resto del país: era ahora claramente evidente que las FF.AA. habían dejado
de ser un actor institucional indiferente o neutral, que eran un actor que
estaba ya casi directamente involucrado en el escenario político y que estaban
inclinadas por la oposición patronal y de derecha. El nombramiento en Santiago de nuevos
Ministros, que eran a la sazón Comandantes en Jefe de sus respectivas ramas castrenses –en un así denominado
“Gabinete de Seguridad Nacional”- ayudaba indirectamente a dicho
involucramiento.
La acción de las tropas de la Fuerza Aérea en la Empresa Lanera
Austral, y la agresividad con que fueron tratados los trabajadores de esa
industria durante el allanamiento, estaba indicando claramente que los
militares estaban inclinados ideológicamente en una postura contraria al
Gobierno constitucional y su base social de apoyo popular. Como se ha dicho, dicho allanamiento en
Magallanes, no fue más que “echarle leña al fuego” del conflicto social en la región.
En agosto de 1973, en el momento
en que se produce el segundo paro empresarial y gremial contra el Gobierno, el
escenario de la polarización era mucho más agudo, además que el clima social y
político en Magallanes estaba bastante agitado, aunque no revestía los
caracteres de violencia callejera cotidiana como en Santiago u otras capitales
provinciales. Por un lado, a la oposición política y empresarial, se
sumaban crecientes sectores de empleados y profesionales (Colegios Médico, de
Abogados, y otros), todos liderados por la Cámara de Comercio e Industrias de Magallanes y
el Frente de Defensa de Magallanes.
El SIDUCAM, el organismo gremial
de los camioneros opositores actuaba como órgano de presión mediante el
paro. Había entonces articulada una
oposición gremial y social, que integraban el Frente de Defensa de Magallanes, la Cámara de Comercio, el
SIDUCAM y los colegios profesionales; y una oposición política formada por los
partidos Nacional, Democracia Radical y Demócrata Cristiano.
En algún momento, sin embargo,
entre fines de agosto y principios de septiembre de 1973, el liderazgo social
del movimiento opositor pasó por breves días de la Cámara de Comercio y los
Colegios Profesionales, al llamado “Frente de Defensa de Magallanes” que
intentaba agrupar a todos los adversarios sociales y políticos del Gobierno y
de la Unidad Popular. El 31 de agosto, se anunciaba por la
prensa “...Comercio suspendió su
movimiento huelguístico...” ([7]),
pero la actividad económica estaba ya gravemente resentida por el paro de los
Colegios Profesionales y por la huelga que habían declarado los Empleados
Particulares en Magallanes, por lo que el comercio estaba ya en una situación
de semi-parálisis.
Y el sector gobiernista, ¿quiénes
lo integraban?
La Central Unica actuaba como centro de la acción social y sindical de
los trabajadores, en la medida en que la mayoría de sus integrantes respaldaban
a la Unidad Popular,
aún cuando se mantenía en su interior el conflicto político con los dirigentes
sindicales de tendencia opositora.
El Gobierno Provincial y los
servicios de la
Administración Pública operaban conectados entre sí, y con el
centro del país. En otros términos, las líneas de fractura social y política
atravesaban a todas las organizaciones e instituciones.
Manuel Luis Rodríguez U.
NOTAS Y REFERENCIAS
[1] La viuda del
obrero González Bustamante, Ariela Aros Villegas –embarazada de tres meses y
madre de una niña de 2 años y medio- relataba el 6 de agosto a “El Magallanes”
su tragedia: “...el sábado la enfermera
de Lanera Austral me avisó que mi marido estaba herido. Luego fui al hospital. Sentí que me enloquecía. La guardia del hospital no me dejó ingresar.
¿No la dejaron ver a su esposo?. No
señor, yo rogué, pero no me dieron ni siquiera una información. ¿Cómo se enteró
de todo?. Los compañeros del Sindicato
de Lanera Austral me acompañaron, me informaron, me ayudaron...ellos estaban
preocupados de todo. ¿No vio a su esposo herido?. No pude...no me dejó verlo la
guardia del hospital, ni siquiera me dejaron verlo muerto. Ahora solo sé que está en la morgue. Ni siquiera puedo verlo. Sólo me consuela el hecho de que mi marido
murió como un hombre: defendiendo su lugar de trabajo...” (EM,
6.08.73, p. 16.)
[6] Los “comandos
sectoriales”, surgidos en Magallanes como consecuencia del paro de octubre de
1972, eran una suerte de coordinación vertical de Sindicatos por rama de
actividad.
Desde la distancia hoy recordamos a Manuel González Bustamante, para que nunca lo olvidemos les he contado a mis hijos de quien fue Manuel intentando que las nuevas generaciones lo acojan en su corazón y siempre se mantenga vivo su recuerdo, teniendo fe de que nunca más en Chile vuelvan a ocurrir las atrocidades de hace 40 años, por pensar distinto y de creer en la libertad y la democracia.
ResponderEliminarManuel esta presente en nuestros corazones y seguirá vivo por siempre como el hombre valiente que fue.
Fuerza a Ariela y a mis primos.
Siempre te recordaremos Tío Manuel.
Manuel González Bustamante ¡Presente!