sábado, 1 de junio de 2013

Abril de 1970: el paro de los trabajadores de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) en Magallanes



El paro de los trabajadores de ENAP de abril de 1970 fue una de las paralizaciones más largas realizadas por los petroleros antes de 1973. Una paralización de  la Empresa Nacional del Petróleo, y en particular de sus instalaciones en Magallanes, implicaba eventualmente graves efectos sobre el suministro de combustibles al resto del país e incluso para el suministro de gas en Magallanes, por lo que el Gobierno prestó una particular atención al conflicto.   El Presidente de la República Eduardo Frei Montalva y su Intendente Mateo Martinic adoptaron medidas de inmediato.

La paralización fue acordada por el gremio el 18 de abril de 1970, ante la ausencia de acuerdo entre el Comando Unido de Trabajadores del Petróleo y la Gerencia de la Empresa.

Las primeras acciones de paralización comenzaron el lunes 20 de abril, según lo registra “La Prensa Austral” del 20 de abril: “Comenzaron a paralizar las instalaciones de ENAP.  Paulatinamente comenzó la paralización  de las instalaciones de la Empresa Nacional del Petróleo, en las diferentes zonas del país, como consecuencia de la huelga legal que se iniciará a la cero hora de mañana martes, al no haberse logrado una fórmula adecuada de arreglo...”   En reuniones previas se acordaron turnos de emergencia, a fin de mantener en funcionamiento el Hospital de Cerro Sombrero y las postas que funcionan en los campamentos de Tierra del Fuego y el continente.  Y agregaba el periódico: “Por instrucciones del Comando Unido, todos los trabajadores que se encuentran en terreno, instalaciones de Tres Puentes y el edificio central en Punta Arenas, deberán hacer abandono de sus labores. Los primeros en cumplir con esta disposición, serán aquellos que desempeñan labores en los campamentos de Sombrero, Cullen, Manantiales, Posesión, Percy, Punta Delgada, Clarencia, etc.  Estos trabajadores comenzarán a llegar  a nuestra ciudad en la tarde de hoy.  El resto lo hará mañana, contándose para ello con los medios necesarios de transporte.  En los campamentos solo quedarán los pobladores y en las plantas se mantendrá el servicio eléctrico, únicamente.  También comenzaron a paralizar los pozos productores que han ido disminuyendo su rendimiento.”  ([1])

Debido a que se trataba de una empresa estatal considerada como estratégica por el Estado chileno, el Gobierno de Frei Montalva, mediante su Intendente Mateo Martinic, intervino el conflicto a través del nombramiento de un Interventor Militar, cargo que recayó en el General de Ejército Carlos Prats González (en ese entonces Comandante en Jefe de la V División de Ejército), con el fin de encontrar una solución negociada al conflicto. 

El Interventor tomó decisiones y actuó de manera de garantizar tanto la seguridad de los trabajadores y de las instalaciones, como el normal funcionamiento de las faenas estratégicas de la empresa, tales como la explotación de los pozos de producción y el transporte de combustible a través de oleoductos, gasoductos y barcos-cisternas. 

El Sindicato Unico, contando con el respaldo explícito de la Central Unica de Trabajadores CUT, en esa ocasión dio especiales instrucciones a sus trabajadores, empleados, técnicos y profesionales afiliados para que el desarrollo del conflicto no afecte a la seguridad y continuidad de las faenas productivas, extractivas y de movilización de los productos.

Sin embargo, las actividades administrativas, de servicios y de exploración (Sísmicos) de la empresa fueron paralizadas completamente. La prudente actitud de responsabilidad mostrada por los trabajadores petrolíferos fue bien valorado por las autoridades gubernamentales, ya que las faenas más vitales de la empresa no sufrieron deterioro alguno.

Los trabajadores de ENAP demandaban un 45% de reajuste de sus remuneraciones y el Gobierno, les ofrecía 38.9% global de reajuste.

Como una medida de presión destinada a quebrar el conflicto, el Gobierno de Eduardo Frei M., dictó el 24 de abril un Decreto de Reanudación de Faenas y puso a disposición de los trabajadores que quisieran regresar a las faenas, pero éstos no concurrieron: “A través del Departamento de Relaciones Industriales de ENAP y por las emisoras se hizo un llamado al personal de los campamentos, a fin de que retornen a sus sitios de faena.  Las máquinas no pudieron salir por no contar con pasaje. Permanecieron toda la tarde frente al Departamento de Transporte, contándose con la vigilancia de Carabineros para impedir cualquier atentado, cosa que no se produjo.” ([2])

El 28 de abril, los trabajadores procedieron a votar la propuesta hecha por el Interventor, la que fue rechazada en una votación universal en la que participaron 1.308 empleados y obreros de ENAP.

Hacia el 29 de abril y cuando las conversaciones entre las  partes en conflicto estaban próximas a arribar a un acuerdo, se anunciaba por el diario local “La Prensa Austral” que las reservas de gas licuado disponibles disminuían peligrosamente: “Trabajadores rechazan el regreso al trabajo.  Gas solo para cuatro días en Puerto Percy.” ([3])

El acta de avenimiento que puso término a este conflicto, lleva la firma de los dirigentes sindicales del gremio, del Gerente General de Enap en Magallanes y del General Carlos Prats.

Manuel Luis Rodríguez U.

REFERENCIAS DOCUMENTALES


[1] LPA (La Prensa Austral, Punta Arenas), 20.04.70, p. 5.
[2] LPA, 29.04.70, p. 5.
[3] LPA, 29.04.70, p. 5.

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